DIALOGOS INTERNOS
Yo no soy nadie, como muchos “nosoynadie” que andan por ahí, soy un tipo al que simplemente le gusta disfrutar la vida, ver películas los sábados hasta la madrugada y levantarme tarde los domingos, y aunque mi familia fue de tendencia católica, nunca me declaré un religioso. Ni siquiera un agnóstico y, sin embargo, me cuesta creer que la lógica del mundo es la lógica de los hombres.
Para hablar de mí, me harían falta unas copas de vino, y para ser sincero preferiría no hablar de mí, prefiero desviar la conversación por otros senderos, podría decir que somos lo que la sociedad hizo de nosotros, que somos producto de un complejo conjunto de condiciones sociales, impresiones
ideológicas y subjetividades que hacen único a cada individuo. Pero sonaría demasiado mamerto.
En última instancia, si tuviera que hablar acerca de mí, hablaría de mis películas favoritas, de música y de series, de AC/DC, de Freddy Mercury, de Guns N´ Roses y de El cuarteto de nos, hablaría de mis 5 mascotas y de política, hablaría de cualquier cosa menos de autos, me desinteresa el tema de los autos. Me gustan las películas de Kusturika, y la estética y la simetría de Wes Anderson. Los
domingos por la tardecita prefiero no pensar en compromisos, y si algún lunes en la noche me sorprende viendo televisión, me volvería a ver el Club de la Pelea.
Los días que llueve prefiero no salir de casa, a menos que tenga que pasear a los perros, en esos casos salir es inevitable, Pancho es el más insoportable, cuando quiere salir, se sienta en frente mío y empieza a mirarme y a poner su pata en mi rodilla y si no le prestó atención se pone a ladrar hasta que lo saque a pasear. Pancho, Ramona y Perón son mis 3 perros, Humita y Bigotes son mis dos gatitos, todos fueron rescatados de la calle, en eso se parecen a mí, es que son tantos los animales abandonados en la ciudad que sería casi imposible alimentarlos y asistirlos a todos, sería como intentar acabar con el hambre, con la desigualdad y la pobreza desde Facebook, pero algo se puede hacer.
No me gusta pensar en la muerte, pero quisiera que en mi lapida dijera: “Vive mucho, muere joven, los que se quedan son los que se joden”, o algo así.